15/10/11

El toque maestro

El arte es desde siempre la mayor expresión de refinamiento en todos los ámbitos posibles, y no, no es una opinión nacida del esnobismo o la pretensión, es de hecho todo lo contrario, yo digo y mi maestro lo decía también

- Eso quiere decir que lo decía tu maestro del todo

No, tú pareces entender que esta postura ha sido heredada de mi maestro y nosotros no somos así, pienso lo mismo, mas es por haber encontrado las mismas respuestas en mi propio camino, no Macherelo, no me confundas con esos patanes que recién hemos cosechado ¿en dónde iba?

- "La mayor expresión humana" bla bla bla...
 
Gracias, te decía mi caro amigo que el arte es la expresión máxima aunque en un término más exacto la expresión máxima es arte ¿captas mis palabras?
 
- Supongo
 
Esto es arte desde luego, mira las líneas, mira la curva del metal, mira el soberbio trabajo combinado, se necesitaron maestros magos para unir el metal y herreros expertos para moldearlo, cada pieza de esta maquinaria es tan exquisita que solo pude llamarse arte
 
- La llamamos arma
 
Un título descriptivo en la función mas que sobre la existencia en sí misma, las sillas fabricadas por el carpintero de la capital también podrían ser llamadas arte al ser una elevada manifestación del trabajo y el propósito
 
- Eran cómodas y muy bonitas
 
Por supuesto que lo eran, el carpintero es un maestro, cada talla y cada corte han sido pulidos con años de trabajo a consciencia, la madera seleccionada para la función a desempeñar, mas recia en las patas, más dura en los adornos, incluso la curva del respaldo fue hecha sobre el nudo de un árbol para preservar la fuerza en la forma redondeada, un cocinero que pule sus platillos hasta la perfección hace arte como un alfarero de arcilla que pasa por porcelana, incluso algo tan común como un arma puede convertirse en arte si es en sí misma una expresión máxima de la técnica y el propósito
 
- Creo que te voy captando, es como con esas espadas de fantasía que llevan los nobles, demasiado bonitas pero casi del todo inútiles, no como mi sable
 
Si, si mi amigo, ese es el centro del punto, la hoja que llevas al cinto es algo burda pero responde mejor al sentido de un arma y solo le falta belleza
 
- A mí me gusta

Claro que te gusta, es un arma burda y eficiente, justo como tu naturaleza, de ser un arma más bella podría ser llamada arte
 
- Me aburro
Disculpa mi tardanza, me deje llevar por el sonido de mi voz, pongamos en marcha la máquina y hagamos las mediciones

El par de hombres -uno enorme, de más de dos metros, grueso como un árbol y otro de complexión bastante común- maniobraban alrededor de "la maquina", una estructura con forma de bestia metálica, llena de relieves como un dibujo hecho rápidamente y muy recargado, en un análisis más minucioso se podrían ver las conexiones ensambladas por dentro como un sistema de huesos y tendones multiplicados por decenas, varillas e hilos de metal tejidos para formar músculos metálicos poderosos y flexibles, la maquina bien tendría el tamaño de un elefante -las míticas bestias de la edad Unni- y una coraza de placas y más tejido metálico, es algo similar a un tigre de huesos muy marcados en la espalda con mandíbulas de insecto, efecto acentuado por el color escuro y metálico, esas patas gruesas y musculadas daban la impresión de ser muy estables y las curvas similares a la musculatura animal le hacían ver flexible, el tipo enorme que responde al nombre de Macherelo levanta las placas mientras el otro saca los seguros de sujeción usando una palanca terminada en una punta triangular con muescas, una llave de uso rudo

De lejos podrían haber pasado por un par de amigos jugando sobre una estatua, un niño y un muchacho muy grueso trepando la mole de metal, de cerca algún viajero los tomaría por técnicos de la Franja arreglando alguno de sus artilugios pero de noche y en la neblina pasaban desapercibidos, sobre todo por estar a la orilla de una colina de entrada al bosque y por el pueblo que ardía debajo donde soldados sin insignias saqueaban y destruían, aun así ambos permanecían del todo ignorantes a esas acciones concentrados únicamente en su máquina

Sería más correcto decir que el sujeto delgado se concentraba en la máquina, el gigante apenas entendía el funcionamiento de los mecanismos más básicos y solo se le asignó la misión por la eficiencia junto a su compañero, aun así el hombretón no parecía tener ningún recelo en ser nada más que el brazo fuerte y sostener las cosas

- Habla un poco Lindaia que me estoy aburriendo

- ¿Qué quieres que te diga? la maquina está bien y todo está en su lugar pero sigue siendo un prototipo

- ¿Entonces no es arte?

- Oh, claro que lo es, una preciosidad de máquina, lo que no sirve es el combustible administrado

- La gente

- Si, la gente, la gentuza, apenas sirvieron para moverla fuera del pueblo- el muchacho se puso de puntitas sobre la espalda de la máquina para ver al pueblo- me encantaría estar más cerca del calor, ya veo salir al capitán con más prisioneros

Lindaia se lanzó hacia tierra para ser atrapado por Macherelo de forma similar al modo en que se atrapan los niños, lo puso en el suelo y con la llave palanca aflojaron los seguros de las piernas los cuales a su vez abrían paso para los seguros en el nacimiento de la espalda, Lindaia se hizo a un lado para dejar a su compañero levantando la tapa situada entre las patas traseras, una cola larga y gruesa como un brazo fornido nacía en ese punto pero en lugar de apartarla abrieron el espacio alrededor, sin las placas el área era más una serie de cables metálicos enrollados, un punto débil en una máquina de guerra estratégicamente localizada en un punto difícil de alcanzar, al retirar el resto localizaron el nacimiento de la cola incrustada en un hombre de quizá cincuenta años inconsciente y desnudo rodeado de más cables, la cola metálica atravesaba su pecho y se perdía detrás donde se apreciaban más personas de edades similares, de pieles tostadas por el trabajo al sol y algunas arrugas

- No van a durar más de un día en este estado, el shock de instalarlos estando despiertos los volvió demasiado desequilibrados para funcionar, ayúdame con esto

Al toque de Lindaia los cables se retrajeron de la maraña alrededor de esas personas hacia la cola, con un segundo toque algo se aflojo en la boca de la maquina liberando el extremo más alejado de esa cola negra y larga, Macherelo tiro de ella sacando a la vez a los prisioneros clavados en una brocheta humana, jugosos y recién cosechados alumbrados por el fuego del pueblo

- Esto me da hambre -dijo Lindaia

Macherelo extrajo la cola apoyando uno de sus pies en los cuerpos para mantenerlos inmóviles, los hombres se retorcieron y soltaron gemidos ahogados pero no tenían fuerzas para verdaderas demostraciones de dolor, fueron apartados por el pie del hombre, un agujero en sus pechos los condenaba a muerte pero ya se habían desvanecido, el metal relucía aún más con la sangre bañándolo y a pesar de sus diferencias ambos sabían apreciar la sutileza del mecanismo, un cordón umbilical hecho para robar la vida de las criaturas en su vientre, Lindaia se desato la faja y se la paso a su compañero quien la uso para limpiar la cola ahora con el aspecto de una serpiente de cabeza afilada

- ¿Y luego qué?

- Lo intentamos de nuevo pero primero los drogamos y comenzamos las pruebas en cuanto despierten, mismas muestras

- Igual de viejos, dijiste que los jóvenes son mejores

- Son una prueba mi amigo, aquí y ahora tenemos material para escoger pero en batalla deberemos trabajar con lo que tengamos a mano y es mejor conocer los límites de nuestras capacidades antes de usar lo mejor que tenemos, no son tan viejos en todo caso, solo han sido desgastados por el trabajo al sol, yo diría recios antes que viejos, descansemos un momento

Macherelo se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y Lindaia se acurruco en su regazo, los enormes brazos rodeaban a su compañero al tiempo que proporcionaban calor y seguridad, nuevamente parecían un niño y un muchacho pasando el tiempo juntos cosa del todo acertada

- Lin - dijo el gigante

- Dime - respondió Lindaia

- Esto se siente bien

- Claro, es el arte de estar comodos y calientitos

2 comentarios:

  1. Ostia, Gin. Qué bueno. El otro día pensaba en una historia parecida... ¿El arte? Después de comido y sin sed.
    Saludos.

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  2. No queria extenderme en disertaciones artisticas principalmente porque no trago las disertaciones artisticas de otros pero bueno, era encesaria esa parte sobre el refinamiento

    Y con esto regresa Lindaia que es el verdadero protagonista de Danza de mascaras a pesar de su no tan intensa participacion

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