26/10/12

El rescate cultural y el día de muertos



Ayer leí una entrada en el blog  Ego Sum Qui Sum sobre el aparente conflicto fabricado entre el Halloween y el día de muertos, el razonamiento del autor es claro y bastante lógico en sus conclusiones pero me gustaría extenderme sobre algunos puntos
  
Lo primero es que realmente existe un conflicto entre el Halloween y el Día de muertos y que va más allá de la coincidencia temporal o los recursos económicos, a mi parecer el aspecto que no estamos considerando es que el Día de muertos es uno de los últimos rituales que nos quedan que no se encuentra ligado a ninguna religión y que sobrepasa la complacencia humana

El día de muertos es una fiesta de adornar y reunir ofrendas siendo que el aspecto más crucial es la preparación de las mismas, ok, compramos el pan y casi todas las cosas pero en las casas donde se le da más importancia es obligatorio preparar ciertos alimentos y es ahí donde esta fiesta cobra toda su importancia

¿Saben cómo se hacen los tamales?

Esto es un moolino de nixtamal, deslumbrense citadinos

 Mis mejores memorias del día de muertos viene de ahí pues comienza con poner el nixtamal, hervir maíz en una olla y agregarle cal hasta que esté cocido, después cuando se ha enfriado procedemos a lavarlo, el proceso consiste en apretar el maíz con las manos hasta que se le sale el pellejo para luego enjuagarlo y se observa el cambio de amarillo a blanco, además de que al molerlo la masa resultante tiene menos adherencia y se cuida de no hacer bolas para conservar la molida en arenisca que a veces también es colada para obtener una granulación aún más fina y limpia

Tan sólo en esa parte es todo un placer ver las filas de botes en el molino y a las personas ayudándose a colar usando un enorme tamiz de albañilería

Uno de estos manejado por dos personas, al final te puedes llevar las sobras pesadas para darle a los pollos


Luego en un cazo grande (pues en los pueblos normalmente se hace un bote de masa de veinte litros) mezclamos la manteca hasta calentarla con las manos, una variación especial consiste en mezclar el caldo de tomate con la manteca hasta emulsificarla, luego se agrega el maíz molido y se bate durante un rato dependiendo de la cantidad

Pero claro, para entonces ya deberíamos tener listas las hojas de maíz en las que envolveremos la masa y que pueden ser compradas por paquete en la plaza o pueden haber sido recolectadas del maíz cosechado, estas hojas secas se sumergen en agua para que recuperen la elasticidad

Muchas de estas comidas tradicionales se cocinan en la lumbre asi que debe haber suficiente leña


Luego hay que regresar a casa cargando otros veinte kilos de flores, hacer espacio para poner la mesa, adornar con los manteles y distribuir la ofrenda y cuando los tamales finalmente están listos escogemos unos cuantos para comerlos al momento y el resto los ponemos en el altar y esperamos un día para comerlos cuando ya estén duros y debamos recalentarlos

Además de preparar tamales se hacen muchos platillos de diversa complejidad y que muchas veces no van a ser consumidos simplemente porque les gustaban a los difuntos; leyeron bien, a veces preparamos coas que van a ser usadas y desechadas en favor de un recuerdo

Este es el punto crucial que le da valor al día de muertos: el hecho de esperar para comer algo que nos hemos esforzado en preparar pues nos dejamos en segundo plano voluntariamente y nos hacemos a un lado y dejamos que el  tiempo sigua su curso y envejezca esa ofrenda que tanto trabajo nos ha costado y mostramos respeto en un sitio de nuestras casas que de pronto se ha vuelto sagrado ¿Qué clase de festividad promueve una actitud como esta?

Más allá de preservar el día de muertos por ser una celebración antigua o por su muy distinguida estética es un ritual de enorme peso en la forma de ver el mundo sobre todo para los niños pues mientras otras fiestas les dicen que van a recibir obsequios y pasar un buen rato esta ocasión les dice que algún día van a morir y que se preservaran en los recuerdos de quienes dejen detrás



La mesa, las velas, el incienso, el aroma y el aspecto son inconfundibles ¿en que otro ritual podemos participar de la muerte? Es como asistir a un funeral pero sin que se tenga que morir nadie, es recordar nuestra mortalidad y disfrutar de ello

Ahora veamos ¿Cómo puede el Halloween amenazar este significado?

Simple, tan sólo díganme cuantas fiestas de Halloween han visto y verán el peligro de eliminar una tradición consistente en hacer preparativos para los muertos y reemplazarlo con festejos hechos para nosotros

Lo que está en juego no es la festividad, es su solemnidad

Algo que tamiben me encanta es la suavidad de estas flores y si ademas estan mojadas se vuelven muy frescas


Y bueno, creo que se entiende mi punto, sin embargo algunos dicen que lo que les encanta del Halloween es el poder disfrazarse y andar por todos lados, asumiré que vienen de un mundo paralelo donde no existe el cosplay pero el titulo también dice “Rescate cultural” y supongo que a todos los latinoamericanos les suena el termino pro de eso hablaré la proxima semana

3 comentarios:

  1. Me fascina el día de los muertos, el tradicional. Lo otro es una fiesta americana, muy legítima, si no se exporta y convierte en negocio.
    Saludos.

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  2. El Sr. Ego da en el clavo en varias cosas, sí.

    Nunca he entendido a quienes contrastan al Halloween con el Día de Muertos. Ambos tienen su aporte cultural y de entretenimiento de una forma única. Recuerdos, comida, música, y arte en diversas formas surgiendo de ambos. Me gustan los dos por igual.

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